El señor Ajo

Curiosa criatura es el Señor Ajo
Temibles facciones, afilados dientes
En una blanca piel y seca carne
Más allá de su nombre, es una pesadilla
Pues se alimenta de miedo, dolor y sangre
Sufridlo más que a la vida, temedlo más que a la muerte

De un hálito os pudrirá las carnes
Pues puro veneno y odio es su sangre
Su fétida risa muestra blancos dientes
Y en la oscuridad esperas la lenta muerte
Mientras te aturde y obnubila tal hedor a ajo
Pues no es fácil despertar de la pesadilla

Silencio, se oye rechinar de dientes
Oscuridad, se sienten los pasos de la muerte
Dolor, te acaricia el goteo de la sangre
Sorprendeos si lo que veis es solo un ajo
Él disfruta de tan mortuoria pesadilla
Y felizmente se desgarra y arranca la carne

De entre todos los sueños es tu pesadilla
De entre todos los demonios, El Señor Ajo
La voz en tu mente gimiendo: Muere. Sufre. Muere.
"Tap tap". Incesante gotear de sangre
de sutiles cortes trazados en tu carne
Sus navajas y cuchillas son sus dientes

Cuando lo veas, te habrás enamorado de la muerte
Oirás su voz y ya no será una pesadilla.
Y se reirá en su oscuro cuarto, El Señor Ajo
Arrancará a mordiscos tu efímera carne
Y brillarán como estrellas sus infames dientes
Su labor comenzará cuando de tus ojos mane sangre.

Dulces tus lágrimas, salada la sangre
Pútridas se tornan ambas, alma y carne
Y no queda diferencia entre realidad y sueño, muerte y pesadilla
Entonces una calavera te sonríe con los mismos dientes
Y sientes que no hay modo de escapar a esa muerte
Que tan cuidadosamente te preparó él: El Señor Ajo

Terminó la pesadilla y su misión junto con tu sangre
Nunca más ver esos dientes, nunca más sentir la carne
Esto es lo que dejó tu muerte, un desagradable olor a ajo

* Esta poesía fue hecha en un principio con la intención de ser una sextina, pero no tuve en cuenta el orden de los versos en cada estrofa, así que quedó meramente en un intento.